Los jóvenes son el futuro de esta Revolución
Entrevista concedida por el Coronel ® Néstor García Iturbe al 1er Tte. Omar Stainer Rivera (Sancti Spíritus, 19 de junio de 2010).
Nuestro país se ha caracterizado a lo largo de sus 50 años de Revolución, por ejercer una “diplomacia sin sombra”. La ética y el respeto a la autodeterminación y la soberanía de los otros ha sido una máxima constante.
¿Qué se necesita para ser un diplomático cubano?
Para ser un diplomático cubano lo primero que se necesita es una plena identificación ideológica con los principios políticos de la Revolución cubana. Además de eso, es importante poseer un nivel cultural elevado para representar dignamente a Cuba en cualquier foro. De esa manera puedes actuar exitosamente y lograr los mejores resultados en cualquier circunstancia que se presente. Un diplomático puede representar a nuestro país en el tipo de relaciones denominadas multilaterales o bilaterales. En el caso de las bilaterales se trata del diplomático que está representado a Cuba ante un país específico y reside en el mismo… En la política multilateral, el diplomático está trabajando en la ONU, las FAO, en la UNESCO, es decir, en un organismo internacional donde a la vez que domina la especialidad del organismo, también establece relaciones con el resto de los países acreditados. El organismo internacional requiere un tipo de preparación distinta a la representación bilateral, pero no podemos negar que ambos tipos de actividades se complementan y son de similar importancia para nuestro país. Las personas latinoamericanas usualmente nos comportamos de manera impulsiva. Especialmente los cubanos somos extremadamente entusiastas y apasionados ante determinados temas que nos interesan.
¿Cómo enfrentan los diplomáticos cubanos las agresiones directas o indirectas del gobierno norteamericano u otros en escenarios internacionales?
El diplomático en primer lugar tiene que ser “diplomático”, ya lo dice la palabra. La impulsividad debe ser controlada y sustituida por el raciocinio; tiene que ver las cosas con calma y de una manera objetiva. Siempre debe pensar qué cosa es lo mejor para Cuba y qué cosa es lo peor. Entonces si se deja llevar por sus impulsos puede cometer un error importante. Nosotros hemos tenido magníficos diplomáticos en Cuba: Raúl Roa, Carlos Lechuga Ricardo Alarcón y muchos más. Es importante que la persona pueda lograr sus objetivos sin alterarse, sin perder la compostura, porque ese es el diplomático. Con firmeza, sin hacer dejación de principios, cuando tenemos que decir no, es no. Un no dicho suavemente también es no. El mundo en que vivimos es cada vez más violento. Especialmente las misiones diplomáticas cubanas y su personal en 50 años de Revolución, han sido víctimas de horrendos atentados que han traído como consecuencia el asesinato de compañeros valiosos.
¿Cuán en peligro está un diplomático cubano en los Estados Unidos u otro país?
Desgraciadamente, una serie de compañeros durante el tiempo que han estado ejerciendo como diplomáticos en otros países, han sido asesinados por los elementos contrarios a la Revolución: los que fueron asesinados en Argentina, compañeros que han sido asesinados en México, diplomáticos asesinados en Naciones Unidas como Félix García.
Algunas personas han recibido paquetes en las misiones que son bombas y estas han hecho explosión. Han puesto bombas en misiones diplomáticas, una de ellas en Portugal le causa la muerte a Adriana Corcho y otro compañero. El diplomático cubano es diplomático porque está consciente que debe defender a la Revolución y está dispuesto a defenderla aunque sea a costa de su propia vida.
Independientemente que nadie quiere perder la vida y que nadie va con el objetivo de perder la vida, pero nadie se limita en las actividades de representación a nuestro país porque eso le vaya a traer como consecuencia el perder la vida. El diplomático cubano está frecuentemente en peligro: hay un peligro que es la contrarrevolución, otro peligro es el crimen generalizado que puede existir en el país donde usted esté radicado y además los servicios especiales enemigos.
El diplomático cubano tiene como mínimo tres fuentes de peligro que pueden estar atentando contra su integridad en cualquier parte que esté. Nada de eso frena a ningún diplomático cubano, ni en su disposición para servir al país, ni en las acciones que tiene que realizar todos los días para poder cumplirlo con dignidad y decoro.
Usted mencionó la diplomacia multilateral, referida a las relaciones que se establecen en un escenario internacional. En la Organización de Naciones Unidas (ONU) ¿cuál es la imagen que existe sobre Cuba?
En la Organización de Naciones Unidas Cuba tiene un alto prestigio. Siempre ha habido una serie de compañeros como embajadores y diplomáticos en la ONU que han forjado una imagen de Cuba prestigiosa: Raúl Roa (hijo), Oscar Oramas, Ricardo Alarcón, Pedro Núñez Mosquera y otros. Todo el mundo reconoce que los diplomáticos cubanos son profesionales, que saben lo que están haciendo, que mantienen sus principios. El prestigio que Cuba se ha ganado ante la ONU está dado en primer lugar por el prestigio internacional de nuestro país, por nuestros principales dirigentes que siempre han mantenido una posición de solidaridad y por el trabajo diplomático que han hecho los compañeros asignados a la Misión de ONU y a otros países. Cuba ha sido presidente del Grupo Latinoamericano en varias oportunidades, Cuba ha sido presidente del Movimiento de los No Alineados y de otros órganos de Naciones Unidas.
Cada día se evidencia la necesidad de cambiar los mecanismos de control de la ONU, evidenciado en la ineficacia para resolver problemas importantes que involucran a varios países. ¿Qué elementos debe mantener la ONU y cuáles deben modificarse inmediatamente para que cumpla el objetivo para el que ha sido diseñada?
Muchas veces se ha hablado de la necesidad de hacer una reorganización de las Naciones Unidas, de cambiar una serie de cosas para que las Naciones Unidas puedan funcionar más adecuadamente. Está el problema del Consejo de Seguridad, donde hay una serie de países que tienen el poder de veto; eso implica que cualquier cosa que sea llevada a ese consejo pueda ser vetada y se acabó ahí el esfuerzo. Hay una serie de países que forman parte del Consejo de Seguridad pero sin poder de veto. Aunque esto se ha ampliado a otros países de América Latina por ejemplo, esta presencia es de tipo formal.
Las propias resoluciones de las Naciones Unidas no son de cumplimiento obligatorio; por ejemplo, se vota que se elimine el bloqueo a Cuba, solamente tres países votan en contra y como esa resolución no es de cumplimiento obligatorio, no sucede nada. Se está abogando por algunas personas que algunas de las resoluciones sean de cumplimiento obligatorio.
Se ha estado discutiendo hasta sacar a las Naciones Unidas de Nueva York y llevársela para otro lugar. Las Naciones Unidas sigue siendo una tribuna internacional importante, porque lo que se diga ahí repercute en todo el mundo. Le permite a Cuba vincularse con todos los países, tenga o no relaciones diplomáticas con ellos. Sería bueno que se arreglaran las Naciones Unidas, sería bueno que tuvieran de verdad un peso en las decisiones de política internacional y sería bueno que se cumpliera lo que dicen las Naciones Unidas.
Hay que seguir trabajando en eso y mientras tanto tenemos que acostumbrarnos a trabajar con las Naciones Unidas como son y tratar de sacarle el mayor provecho posible desde el punto de vista de nuestro país. Yo creo que las Naciones Unidas van a durar mucho tiempo así como está, porque hay muchos intereses en función de que no cambie. Hay una limitación que se refiere a los países deudores de las Naciones Unidas, que son los países que no han pagado la cuota correspondiente por lo que no pueden ejercer todos sus derechos. El país deudor más importante de las Naciones Unidas son los Estados Unidos, que deben cientos de millones de dólares y eso lo utilizan como un elemento para chantajear a las Naciones Unidas. A pesar de todo lo que debe actúa como el dueño de la organización.
En algunos espacios de las Naciones Unidas ha sido abordado el tema de los CINCO. Uno de los elementos esenciales de ese juicio ha sido su evidente carácter político, más allá del aspecto judicial.
El juicio de los CINCO es un juicio enteramente político. La forma en que se ha llevado el juicio, las ilegalidades que se han puesto de manifiesto en cómo conducir el juicio, que el juicio se haga en Miami en vez de hacerlo en otra ciudad donde el jurado pueda no tener toda la información sobre el caso, más la presión que ha hecho el gobierno de los Estados Unidos y sus organismos especiales como el FBI y la CIA, lo convierten en un juicio político.
Desde el punto de vista jurídico, habría que probar que estos compañeros han hecho alguna actividad en contra de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Como ellos no tienen elementos para probar que alguno de los CINCO haya hecho nada en contra de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos, los han acusado por unos cargos de carácter político. Si los Estados Unidos reconocieran que los CINCO hicieron algo en contra de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos, entonces a la vez estarían reconociendo que las organizaciones terroristas de Miami forman parte de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
Estos compañeros trabajaban contra las organizaciones terroristas de Miami. Ellos no van a estar en disposición en ningún momento de reconocer que las organizaciones terroristas de Miami son parte de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Se convierte en un juicio político porque no hay elementos jurídicos y legales, de acuerdo con la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, para mantener a estos compañeros en prisión. Todos conocemos cómo funciona el sistema de gobierno de los Estados Unidos, así como su aparto judicial. Los abogados de los CINCO han llevado el caso por todas las rutas legales existentes sin que se haya obtenido la inmediata excarcelación.
¿Existe algún mecanismo en los Estados Unidos que pueda liberar inmediatamente a los CINCO?
Si Obama firma la libertad de estos compañeros salen de la cárcel mañana; es parte de los poderes del Presidente de los Estados Unidos. Una de las últimas acciones de los presidentes de los Estados Unidos cuando van a dejar la presidencia es firmar el indulto de una serie de personas. Si Obama no lo hecho es porque no quiere hacerlo, no está de acuerdo o quiere utilizarlo en alguna maniobra política con Cuba.
Barack Obama en su campaña presidencial utilizó la palabra CAMBIO. En el caso de la política de los Estados Unidos hacia Cuba ¿ha habido algún cambio?
El único cambio que nosotros podemos ver es el cambio en el método de subversión política que Obama está utilizando para tratar de destruir a la Revolución. Él se está basando en dos aspectos: en el carril dos de la Ley Torricelli y en un informe de 1999 que se titulaba “¿Cómo conducir las relaciones con Cuba en el siglo XXI?”.
El cambio ocurre en el sentido de que en vez de ser una política agresiva abiertamente contra Cuba, es una política agresiva pero solapada. La política está dirigida a tratar de minar a la sociedad cubana, entregar dinero a las personas que se oponen a la Revolución y tratar de desarrollar acciones basadas en el trabajo de los Órganos de Inteligencia de Estados Unidos a través de la USAID u otras organizaciones no gubernamentales. Ellos tienen los mismos propósitos que tenía Bush, destruir la Revolución, pero de una forma, como dice la Sra. Clinton “la diplomacia suave”.
En 50 años de construcción del proceso revolucionario, usted ha sido partícipe de una obra humanista y perdurable. ¿Qué mensaje envía a los jóvenes continuadores de la Revolución?
Los jóvenes son el futuro de esta Revolución, por eso tienen que prepararse para llevarla adelante, seguir actuando en consecuencia con sus principios y perfeccionarla. Cuando la Revolución triunfó, un grupo de jóvenes tomamos una serie de responsabilidades y supimos llevar adelante el proceso en la parte que nos correspondió. Muchos de nosotros teníamos un cierto nivel de preparación, o determinadas ideas políticas, algunos tenían un conocimiento de la ideología más profundo que otros. Y así nos fuimos formando dentro del proceso, trabajando y formándonos a la vez.
Los jóvenes de la actualidad también trabajan y se forman, el papel que nosotros jugamos en aquel momento lo empiezan a jugar ellos ahora. Yo tengo plena confianza en que los jóvenes van a saber llevar con decoro la actividad revolucionaria que se requiere para que nuestro proceso siga adelante.
Muchos jóvenes cubanos asumirán el papel que les toque en el momento indicado. A los jóvenes hay que darle cada día más responsabilidades, porque hay que reconocerles ese papel, pero ellos también tienen que reclamarlo. Las tareas deben ser asumidas por los jóvenes y los menos jóvenes, porque la Revolución sigue adelante y requiere del esfuerzo de todos.